martes, 1 de julio de 2008

Desagotando el mar, tés.

Mareo, otra vez, misma zonza sensación.
Mi manoseada vision, mi mundo interno estancado, deseo nulo.
Apartado, envuelto en pan, emparedado, apareado por el infortunio, vacunado.
Cuando me materializaré, lo averiguaré? será inflamable lo que toca este fuego?
Viene, viene, viene y se va, el mar que soy, furioso, bravucón, salado mismo.
Mímica cada vez que pienso en hablar, callo, cruzo los brazos y me atropella la razón.

El despertar vendrá, no con la mañana, no con horizontalidad, no con amor, no conmigo, será de otro, diferido ombligo, lo mío tendrá que esperar, el abrigo, el amigo, lo que ansío, ansiedad acelerada, banal, nada.
Un licuado mal servido, un envido con dos figuras, rey y sota, el rey de los boludos.
De nublado no tiene nada mi día, mas bien oscuro, lo grito, lo canto, me desvalijo, me voy vaciando, me desrío, desvarío, voy siendo mar.

Una hoja corre por el medio de la calle Haedo, quiere alcanzarme, pero yo soy mas liviana que ella y el viento me empuja a mas velocidad, verdaderamente vaciándome, orino el mar en un arbolito de algún vecino.
Chau pescado, chau.

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