Es que me cuesta esta cuesta
de acostarme sin tu olor
Los orificios de mi lengua
no respiran tu sabor
Es pura espuma el sueño, el ruego
el cielo, todo al rededor.
Y no te escucho pues no tengo contestador.
Voy escribiendo y viendo
afuera la plaza Constitución.
Hemos pasado un lleno
sábado amarrado a la función.
Tu risa loca que me provoca
la inútil salida del arrimón.
y en este asado
no hay pedazo
solo me queda un riñon.
El de tu sexo es un
camino en punto
de ebullición.
Tu piel tan suave
voy manchandome
con vos.
Lo que disfruto
es el momento
Lento espejo del salón.
martes, 16 de septiembre de 2008
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