Me dejaste sin palabras cuando excitaste por demas mi sentido del olfato.
Ese demas fue invasivo, pues de repente estabas fuera de mi pensamiento, pero tan él.
Lo esfumaste apareciéndote.
Deseo cumplido sin tiempo de desear.
Me dejaste en suspenso, tanto que me pasé de mi calle.
Te acompañé y en la esquina el viento nos llevó de aqui para allá, llenando a Vicente Lopez de tu aroma.
martes, 7 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario